En la hermosa isla de La Graciosa, se encuentra un tesoro escondido que merece la pena explorar: la Playa de la Cocina en Montaña Amarilla. En este artículo, te llevaré a descubrir este rincón único y te contaré todo lo que necesitas saber para disfrutar al máximo de tu visita.
¿Dónde está Playa de la Cocina (Montaña Amarilla, La Graciosa)?
La Playa de la Cocina se encuentra en la zona sur de la isla de La Graciosa, en Montaña Amarilla. Esta pequeña isla, situada al norte de Lanzarote, es un verdadero paraíso natural y un lugar perfecto para escapar del bullicio de la vida cotidiana. Para llegar a la Playa de la Cocina, primero debes tomar un ferry desde Órzola, en Lanzarote, hasta el puerto de Caleta de Sebo, en La Graciosa. Una vez en Caleta de Sebo, puedes optar por caminar hasta la playa, lo cual te tomará aproximadamente 30 minutos, o alquilar una bicicleta o un vehículo todo terreno para llegar más rápido. Recuerda que en La Graciosa no hay carreteras asfaltadas, por lo que es recomendable utilizar vehículos adecuados para circular por los caminos de tierra.
¿Qué ver en Playa de la Cocina (Montaña Amarilla, La Graciosa)?
La Playa de la Cocina es un lugar de belleza indescriptible. Sus aguas cristalinas y su arena dorada te invitan a relajarte y disfrutar de la tranquilidad que ofrece este entorno natural. Además, la playa está rodeada de impresionantes acantilados y formaciones rocosas que le dan un aspecto único
Horarios y Tarifas
Playa de la Cocina es una playa pública, accesible las 24 horas del día. No hay tarifas de entrada, lo que la convierte en una opción accesible para todos los visitantes. Sin embargo, es importante llevar suficiente agua, protector solar y provisiones, ya que no hay servicios en la playa.
Una de las principales atracciones de la Playa de la Cocina es su famosa piscina natural, conocida como «La Cocina». Esta piscina se forma cuando la marea está baja y es perfecta para darse un refrescante baño en aguas tranquilas y seguras. También puedes explorar los alrededores de la playa y descubrir pequeñas calas y cuevas escondidas.